martes, 9 de diciembre de 2008

Hace mucho que dejé de vivir sola…

Hoy quiero escribir una carta muy especial, seguramente la mas especial que escribiré nunca… a mi mejor amigo. A él!
Es inmensamente grande y poderoso y aun así está pendiente en mi vida de mis pequeños detalles, no se le escapa nada... lo tiene todo bajo su control aunque a veces le proteste de que no entiendo lo que pasa a mi alrededor.
Desde que nací he podido escuchar de él en muchas oportunidades, ya que también es buen amigo de mis padres.
Pero un día, que lo recuerdo con especial cariño, estaba sentada en un banco de la parte de la derecha en las primeras filas con mi hermano Marc y mi primo Didac, y Benjamín Angurell dijo ¿Quién quiere conocer a este amigo tan especial? Yo levante mi mano, y Marc y Didac me miraron como diciendo a ti no te van a hacer caso ya que eres una niña (creo que tendría 7 años) y efectivamente no me hicieron caso.
Me quede triste y con la incomprensión de pensar porque no podía yo conocer a ese amigo. Cuando Benjamín acabo de hablar con las personas mayores fui en su busca, no lo recuerdo bien pero creo que me acompaño mi padre. Lo espere en una esquina, ante la puerta que separaba la sala de reuniones a la entradita, él saludaba y saludaba a gente y como no acababa le tironee de la chaqueta de su traje para que me hiciera caso. Mi padre le conto que quería conocer a su amigo, Benjamín se sonrió de una manera dulce y me dijo, Si tu quieres conocer a este amigo solo tienes que permitirle que entre en tu corazón. Repite esta oración conmigo… Jesús, quiero que entres en mi corazón, que limpies mi corazón de las cosas que hago mal y que seas mi Señor.
Al acabar fuimos a casa como un domingo normal. Pero recuerdo que en muchas veces me habían hablado de él… y ahora estaba en mi corazón. Era algo similar a cuando tienes una muñeca y duermes con ella y la llevas a todos los sitios y hablas con ella… pero a diferencia de esto es que jamás me sentí sola.
Desde ese momento nunca he sentido la soledad frente a él, siempre voy acompañada. En mi vida siempre somos dos, puedo acudir a él SIEMPRE, a cualquier hora, a cualquier momento, en cualquier circunstancia… no importa si hace frio, si hay espacio, si es tarde… él es siempre fiel.
Desde ese dia a hoy ha llovido muchísimo y nuestra relación se ha ido forjando con el paso del tiempo. No siempre le he dedicado el tiempo que se merece, no siempre he contado con el, no siempre le he puesto en primer lugar… pero el siempre ha estado allí… él me ama incondicionalmente y es fiel aun cuando yo no lo soy.
Lo que él aporta a mi vida no tiene ni punto de comparación con lo poco que yo le doy… pero en mi lucha de seguir dándole lo mejor de mi.
Con él a mi lado siento que todo lo puedo, que no hay peligro, estoy totalmente confiada, tranquila y sobretodo muy enamorada de él, jamás conocere a alguien mejor que el… simplemente porque el es perfecto!
Recuerdo tantos detalles de él sobre mi vida, tantas experiencias vividas juntos, tantos días, tantos regalos, tantas conversaciones, tantas sorpresas…
Él me conoce tanto que sabe lo que me pasa antes que se lo cuente… pero aun así yo le cuento todo lo que vivo, lo que pienso, lo que sueño, lo que quiero… todo con detalle. No me avergüenzo de contarle lo mas secreto de mi corazón, aun de contarle las cosas mas oscuras de mi. Él me enseña a vivir con tanto cariño que me abruma… cuando me equivoco me dice las cosas muy claritas, no me siento acusada pero si rectificada. Nunca he sentido que no me ama.
Suelo pasar muchísimo tiempo hablando con él, a veces es tiempo de quietud pero otras veces es durante el día mientras que hago otras cosas.
Mi meta en la vida es conocerlo cada día mas, aprender a estar a su lado y que nada nos separe. Sin duda es la mejor amistad que he tenido y que tendré.
Jesús de Nazaret, Cristo, Dios, Mesías, Maestro, Señor… yo le llamo con diferentes nombres... pero lo importante es que lo sientas dentro de tu corazón y que él ocupe el lugar de Señor de tu vida!
Te amo mi Dios

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